viernes, 24 de abril de 2009

FAMILIA, ESCUELA DE OBEDIENCIA Y LIBERTAD

En la celebración de la Santa Misa que presidió Benedicto XVI con miembros de la Comisión Central Organizadora del VI Encuentro Mundial de las Familias, el Papa subrayó el papel fundamental de la familia crisitiana, como escuela en la obediencia y en la auténtica libertad:

"En la lectura de los Hechos de los Apóstoles hemos escuchado de labios de San Pedro: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5,29). Esto concuerda plenamente con lo que nos dice el Evangelio de Juan: «El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo, no verá la vida» (Jn 3,36). Así, pues, la Palabra de Dios nos habla de una obediencia que no es simple sujeción, ni un simple cumplimiento de mandatos, sino que nace de una íntima comunión con Dios y consiste en una mirada interior que sabe discernir aquello que «viene de lo alto» y «está por encima de todo». Es fruto del Espíritu Santo que Dios concede «sin medida».

Queridos amigos, nuestros contemporáneos necesitan descubrir esta obediencia, que no es teórica sino vital; que es un optar por unas conductas concretas, basadas en la obediencia al querer de Dios, que nos hacen ser plenamente libres. Las familias cristianas con su vida doméstica, sencilla y alegre, compartiendo día a día las alegrías, esperanzas y preocupaciones, vividas a la luz de la fe, son escuelas de obediencia y ámbito de verdadera libertad. Lo saben bien los que han vivido su matrimonio según los planes de Dios durante largos años, como alguno de los presentes, comprobando la bondad del Señor que nos ayuda y alienta.

En la Eucaristía Cristo está realmente presente; es el pan que baja de lo alto para reparar nuestras fuerzas y afrontar el esfuerzo y la fatiga del camino. Él está a nuestro lado. Que Él sea el mejor amigo también de quien hoy recibe la primera comunión, trasformando su interior para que sea testigo entusiasta de Él ante los demás.



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