lunes, 28 de febrero de 2011

EL ABORTO NO RESUELVE NADA


Me llama la atención las palabras con las cuales se describe la dura realidad que supone el aborto: el aborto no resuelve nada, pero mata al niño, destruye a la mujer y ciega la conciencia del padre del niño, arruinando a menudo, la vida familiar.

Muchas veces nos encontramos con manifestaciones que promueven el aborto, o se ponen al descubierto políticas internacionales que buscan implementarlo en aquellos países donde no está permitido. Los eslóganes suelen ser los mismos: “es un bien para la mujer”, “es un progreso para la sociedad”, “es la solución para la mujer”, etc., etc.

Sin embargo, el aborto no resuelve nada. Es una falsa solución. Primero “mata al niño” (todos hemos pasado por estar en esa condición); segundo: “destruye a la mujer” (¿cómo va a quedar feliz la conciencia de una mujer que sabe lo que ha hecho?); tercero: ciega la conciencia del padre (¿dónde quedó el papá?) y, por último, “arruina la vida familiar” (nada vuelve a ser igual).

Hay otras ideas muy sugerentes en el discurso del Papa a los participantes a la XVII Asamblea General de la Academia Pontificia para la Vida, el pasado sábado 26 de febrero, que se descubren a la luz de la conciencia moral.