jueves, 30 de abril de 2009

INTENCIONES DE ORACION DEL PAPA PARA EL MES DE MAYO




La intención general del
Apostolado de la Oración del Papa para el mes de mayo es:
  1. Para que los laicos y las comunidades cristianas se responsabilicen de la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
La intención misionera:
  1. Para que las Iglesias católicas de reciente fundación, agradecidas por el don de la fe, estén dispuestas a participar en la misión universal de la iglesia ofreciendo su disponibilidad a predicar el Evangelio en todo el mundo.
Unamos nuestras oraciones personales a esta intención eclesial por intercesión de la Bienaventurada Virgen María.

martes, 28 de abril de 2009

CRISTO RESUCITADO Y LOS DISCIPULOS


En este tiempo de Pascua – el tiempo que va desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés- la liturgia de la Iglesia es muy rica en sus textos y antífonas para hacernos vivir la Pascua de Jesucristo como nuestra Pascua.

En primer lugar, quisiera poner de relieve la relación de la Resurrección de Jesús con sus discípulos. Desde el día de la Resurrección escuchamos aquella parte de los evangelios que traen los relatos de la Resurrección y la reacción de los discípulos.

Sabemos que las primeras en descubrir que el “sepulcro estaba vacío” fueron las mujeres (
Mc. 16. 1-8 Lc. 24. 1-10 Jn. 20. 1-2). Los ángeles les advierten: “¿porqué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí”. Y será Jesús quien envíe a estas mujeres a dar la noticia a los apóstoles.
La reacción de los apóstoles es de incredulidad. Simplemente no lo podían creer. La pasión, la crucifixión y la muerte en cruz les habían dejado desconcertados. Aún así Pedro y Juan van al sepulcro y lo encuentran vacío. Como habían dicho las mujeres.

Jesucristo resucitado va a buscar a sus discípulos la tarde de aquel día (
Mt. 28. 16-20 Mc. 16. 14-18 Lc. 24. 36-49), mientras ellos están con las puertas cerradas. Podemos decir que va a buscarlos, para que “vean y toquen” que Él está vivo. No es un “fantasma” como pensaban. Los discípulos se alegraron. Ocho días después se presenta de nuevo a sus discípulos, estaba con ellos Tomás, quien había dudado del testimonio de los otros discípulos. Los apóstoles debían ser los “testimonios de la Resurrección” hasta los confines de la tierra (Mc. 16. 14-18 Lc. 24. 36-49 Jn. 20. 21 Hech. 1. 8).
Por tanto era necesario que ellos estuvieran, en primer lugar, convencidos de la Resurrección para poder, como consecuencia, dar testimonio de la victoria de Cristo sobre el pecado, la muerte y el mal.


De modo parecido: sólo quien celebra la Resurrección de Jesucristo puede testimoniar que Cristo en nuestra Pascua. La muerte no es el final. Por esto la Iglesia nos invita a vivir con alegría y esperanza nuestro caminar cotidiano.

viernes, 24 de abril de 2009

FAMILIA, ESCUELA DE OBEDIENCIA Y LIBERTAD

En la celebración de la Santa Misa que presidió Benedicto XVI con miembros de la Comisión Central Organizadora del VI Encuentro Mundial de las Familias, el Papa subrayó el papel fundamental de la familia crisitiana, como escuela en la obediencia y en la auténtica libertad:

"En la lectura de los Hechos de los Apóstoles hemos escuchado de labios de San Pedro: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5,29). Esto concuerda plenamente con lo que nos dice el Evangelio de Juan: «El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo, no verá la vida» (Jn 3,36). Así, pues, la Palabra de Dios nos habla de una obediencia que no es simple sujeción, ni un simple cumplimiento de mandatos, sino que nace de una íntima comunión con Dios y consiste en una mirada interior que sabe discernir aquello que «viene de lo alto» y «está por encima de todo». Es fruto del Espíritu Santo que Dios concede «sin medida».

Queridos amigos, nuestros contemporáneos necesitan descubrir esta obediencia, que no es teórica sino vital; que es un optar por unas conductas concretas, basadas en la obediencia al querer de Dios, que nos hacen ser plenamente libres. Las familias cristianas con su vida doméstica, sencilla y alegre, compartiendo día a día las alegrías, esperanzas y preocupaciones, vividas a la luz de la fe, son escuelas de obediencia y ámbito de verdadera libertad. Lo saben bien los que han vivido su matrimonio según los planes de Dios durante largos años, como alguno de los presentes, comprobando la bondad del Señor que nos ayuda y alienta.

En la Eucaristía Cristo está realmente presente; es el pan que baja de lo alto para reparar nuestras fuerzas y afrontar el esfuerzo y la fatiga del camino. Él está a nuestro lado. Que Él sea el mejor amigo también de quien hoy recibe la primera comunión, trasformando su interior para que sea testigo entusiasta de Él ante los demás.



FAMILIA FRANCISCANA


Copio un fragmento de las palabras que el Papa Benedicto XVI dirigió a la familia francisca en su reciente encuentro general donde conmemoraban 800 de la aprobación de la Regla franciscana:

"Queridísimos, la última palabra que quiero dejaros es la misma que Jesús resucitado entregó a sus discípulos: "¡Id!" (cfr Mt 28,19; Mc 16,15). Id y seguid "reparando la casa" del Señor Jesucristo, su Iglesia.

En los días pasados, el terremoto que de los Abruzos dañó gravemente muchas iglesias, y vosotros de Asís sabéis muy bien lo que esto significa.

Pero hay otra "ruina" que es mucho más grave: ¡la de las personas y las comunidades! Como Francisco, empezad siempre por vosotros mismos. Seamos nosotros en primer lugar la casa que Dios quiere restaurar. Si sois siempre capaces de renovaros en el espíritu del Evangelio, seguiréis ayudando a los pastores de la Iglesia a hacer cada vez más hermoso su rostro de esposa de Cristo.

Esto es lo que el Papa, hoy como en los orígenes, espera de vosotros. ¡Gracias por haber venido! Ahora id y llevad a todos la paz y el amor de Cristo Salvador. Que María Inmaculada, "Virgen hecha Iglesia" (cf. Saludo a la Beata Virgen María, 1: FF, 259), os acompañe siempre. Y os sostenga también la bendición apostólica, que imparto de corazón a todos vosotros aquí presentes y a toda la familia franciscana".

Vea además:

Discurso completo

Cronología de San Francisco

Señor, ¿qué quieres que haga?

Antología Eucarística de San Francisco.

domingo, 19 de abril de 2009

LA DIVINA MISERICORDIA


A propósito de la devoción a LA DIVINA MISERICORDIA, en el Segundo Domingo de Pascua:

La escencia de la devoción:

1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.

Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".

2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.

"Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad".

3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.

"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia".

4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.

"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".

5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia
al día.

"Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".

Vea además:

Creo en la Divina Misericordia

Fiesta de la Divina Misericorida

Imagen de la Divina Misericordia


jueves, 16 de abril de 2009

BENEDICTO XVI CUMPLE HOY 82 AÑOS


Joseph Aloysius Ratzinger, nombre de pila de Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) el 16 de abril de 1927. De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising. En el año 1953 se doctora en Teología con la disertación "Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de San Agustín". Cuatro años más tarde obtenía la cátedra con su trabajo sobre "La Teología de la Historia de San Buenaventura".

Tras conseguir el encargo de Dogmática y Teología Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma universidad. En 1962 aportó una notable contribución en el Concilio Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.

Pablo VI le nombró arzobispo de Munich el 24 de marzo de 1977 y lo creó cardenal el 27 de junio de 1977. En 1981 Juan Pablo II le nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue también presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional y decano del Colegio Cardenalicio.

El 19 de abril de 2005, segundo día del cónclave, fue designado Papa.

La misión del Sucesor de Pedro, como señalaba el p. Lombardi, es "llevar a los hombres a Dios, y Dios a los hombres a través de un gran amor personal por Cristo".

FELICIDADES A NUESTRO SANTO PADRE! y también nuestra ORACIÓN.




miércoles, 15 de abril de 2009

Cristo es nuestra Esperanza


En estos días hemos celebrado la Semana Santa, cuyo centro es Jesucristo: su Pasión, su Muerte y su Resurrección.

El Mensaje Urbi et Orbi, -a todo el mundo- el Papa Benedicto lo sintetiza con estas palabras: “Cristo es nuestra esperanza”. La esperanza que da luz y fuerza al caminar cotidiano de cada persona. “La muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza no se basa en simples razonamientos humanos, sino en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso. Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna

Considero que muchos de nosotros nos hemos acercado durante la Semana Santa al templo de nuestra parroquia para vivir muy de cerca estos momentos centrales de nuestra fe. A las celebraciones litúrgicas se unen las diversas expresiones de piedad popular que ayudan a tener vivo en la memoria de los fieles los momentos finales de Jesucristo.

La Iglesia invita a todos los fieles, particularmente en este tiempo, a acercarse al sacramento de la Penitencia para que puedan recibir la Eucaristía dignamente. Se puede decir que si Cristo ha vencido el pecado, entonces sus discípulos tienen que reflejarlo en sus vidas. Se trata de sacramentos pascuales.

Celebrar la Pascua de Cristo abre nuevas perspectivas a la vivencia de la fe cristiana. En los próximos días trataré de comentar algo al respecto.



JUEVES SANTO
VIERNES SANTO
VIGILIA PASCUAL




Algunas de las homilías del Papa Benedicto XVI:

Jueves Santo: Misa Crismal; La Última Cena
Viernes Santo: Vía Crucis, Al final del Vía Crucis
Sábado Santo: Viglilia Pascual
Domingo de Resurrección: Misa de Resurrección, Mensaje Urbi et Orbe