miércoles, 18 de marzo de 2009

UNA CARTA (II)


En esta segunda parte de la Carta del Papa Benedicto XVI, me fijaré en aquellos textos que muestran las prioridades del Sucesor de Pedro en la Iglesia.
En primer lugar, recuerda: "Creo haber señalado las prioridades de mi Pontificado en los discursos que pronuncié en sus comienzos". En su Primer Mensaje y en la Homilía en el Inicio del Ministerio Petrino vienen expresadas estas prioridades.

En esta Carta vuelve a recordarlo: " La primera prioridad para el Sucesor de Pedro fue fijada por el Señor en el Cenáculo de manera inequívoca: "Tú… confirma a tus hermanos" (Lc 22,32). El mismo Pedro formuló de modo nuevo esta prioridad en su primera Carta: "Estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere" (1 Pe 3,15)".

"La prioridad que está por encima de todas es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios. No a un dios cualquiera, sino al Dios que habló en el Sinaí; al Dios cuyo rostro reconocemos en el amor llevado hasta el extremo (cf. Jn 13,1), en Jesucristo crucificado y resucitado".

"Conducir a los hombres hacia Dios, hacia el Dios que habla en la Biblia: Ésta es la prioridad suprema y fundamental de la Iglesia y del Sucesor de Pedro en este tiempo. De esto se deriva, como consecuencia lógica, que debemos tener muy presente la unidad de los creyentes". De modo que como razón de fondo se encuentra la misión propia del Sucesor de Pedro: confirmar en la fe a los hermanos.

Mostrar misericoridia y cuidar del rebaño para que viva unido a Cristo, y en Él tenga vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario