domingo, 22 de marzo de 2009

SAN JOSE, ESPOSO DE MARIA

Hace unos días, el Papa Benedicto había una reflexión en torno a San José:

"Os propongo contemplar los rasgos característicos de San José a través de las palabras de la Sagrada Escritura que nos ofrece esta liturgia vespertina.

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: «Uno solo es vuestro Padre» (Mt 23,9). En efecto, no hay más paternidad que la de Dios Padre, el único Creador «de todo lo visible y lo invisible». Pero al hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, se le ha hecho partícipe de la única paternidad de Dios (cf. Ef 3,15). San José muestra esto de manera sorprendente, él que es padre sin ejercer una paternidad carnal. No es el padre biológico de Jesús, del cual sólo Dios es el Padre, y sin embargo, desempeña una plena y completa paternidad. Ser padre es ante todo ser servidor de la vida y del crecimiento. En este sentido, San José ha demostrado una gran dedicación. Por Cristo, ha sufrido la persecución, el exilio y la pobreza que de ello se deriva. Tuvo que establecerse en un lugar distinto de su aldea. Su única recompensa fue la de estar con Cristo. Esta disponibilidad explica las palabras de San Pablo: «Servid a Cristo Señor» (Col 3,24).

No se trata de ser un servidor mediocre, sino un siervo «fiel y juicioso». La unión de estos dos adjetivos no es casual: sugiere que tanto la inteligencia sin lealtad como la fidelidad sin sabiduría son cualidades insuficientes. La una sin la otra no permiten asumir plenamente la responsabilidad que Dios nos confía".

El texo completo.

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