domingo, 18 de octubre de 2009

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES


La Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra en la Iglesia en el mes de octubre, recuerda que la misión es parte esencial en la vida de las comunidades cristianas. Misión que tiene su origen y fundamento en la voluntad salvífica de Dios: “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Misión que la Iglesia ha recibido de su Fundador.

La vida de Jesucristo es la expresión del cuidado y misericordia de Dios por su pueblo. La Nueva Alianza, sellada con la Sangre de Jesucristo, es eterna y abarca a todos los hombres y culturas. Por esta razón, la Iglesia a través de los siglos ha respondido a esta exigencia: llevar el anuncio de Cristo a todos los pueblos, a los que todavía no le conocen. Los pueblos no alcanzan la salvación por sí mismos. Toda cultura necesita ser animada desde el interior por el Verbo Divino.

Los misioneros, hombres y mujeres: sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, familias enteras llevan adelante esta tarea. Ayer como hoy, hacer este anuncio no ha sido fácil. Las dificultades siempre han existido. Las barreras que tienen que superar son difíciles. Y sin embargo, siguen adelante. En esta Jornada, recordamos a los misioneros que pasan serias dificultades por ser fieles a la vocación misionera de la Iglesia.

Lea el testimonio de un misionero.

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